Spin-off

Spin-off

viernes, 8 de enero de 2016

Salto Atrás XIII..


   Washington D.C., Estados Unidos...
    Mayo del 2007...



      Mi chófer siguió la camioneta donde Sahar y su séquito se trasladaban, llegamos al edificio Bélikov inaugurado dos meses antes. Y al bajarme le ordené a mi chófer que no le hablara del asunto a mi padre, luego le pondría al tanto yo misma de lo que tendría que decirle; yo sabía que el hombre tenía que darle un detallado informe a Matty de a dónde iba, con quién me encontraba y de lo que hacía en nuestros paseos. Y claro, también me mandaba seguir, pero siempre lograba perder a sus espías.
   Vi cómo Sahar entró muy rápido al edificio, prácticamente cubierta por sus escoltas. Era como si no quisieran que le vieran; cuando entré ya estaban de camino al elevador, los seguí; dentro se disculpó por lo sucedido, los paparazzi le seguían la pista a nuestro padre y eso la convertía en un objetivo, aunque fuese la primera vez que pisaba Norteamérica. Me tomó por sorpresa.

-¿Es tu primera vez aquí? ¿En serio?-dije, ella asintió.-¿Papá nunca te había sacado de Providencia?

-¿Podrían no hablar de eso aquí?-intervino la rubia. 

   Si antes no la había tomado en cuenta como para caerme pesada, en ese momento sí. 
    Pero resultaba familiar, su rostro, su nombre. No le di importancia, y seguí observando a Sahar: la sombra oscura que delineaba de un modo perfecto sus ojos, resaltaban una fría y dura mirada. Tenía quince años, los mismos quince que su igual, mi pequeña Luna.
    Salimos del elevador, y supe que una sonrisa se había deslizado por mis labios porque ella me quedó viendo, dubitativa.

-¿Pasa algo?-preguntó.

-No. Todo está bien.-dije de inmediato.

    Noté que habíamos salido del elevador directo al apartamento. Creí que no vería un salón más elegante que el de la casa de los Carlysle.
   Fue como entrar a un mágico palacio lleno de antigüedades, los sillones, el sofá, las cortinas rojas con bordados dorados, la lámpara que colgaba del techo y los frescos que habían en el mismo. Símbolos celtas, entre pasajes dibujados de la biblia. Cualquier fanático religioso lo vería como blasfemia.

-Toma asiento, por favor-dijo Sahar. Me senté, y ella quedó de pie, recargándose de un piano de cola.-Fue diseñado por papá, todos los edificios lo fueron, de hecho.-Noté que llevaba las uñas pintadas de negro, otro recordatorio de Luna.

-A él no le va a gustar que tú y yo interactuemos, por algo no te habló de mí.

-Papá no me habla de muchas cosas, no te sientas importante.-soltó mientras tomaba asiento en una silla frente a mí, yo no supe cómo reaccionar a lo que dijo. Y como si la hubiesen regañado, agregó:-Lo siento, no sé cómo dirigirme a la gente a veces, eso de convivir con "otros" aún no lo domino bien. Papá sólo me permitía hablar con él, con mi hermano, con mi madrastra, y mi mentor, Draco.-Éste se sirvió una copa de vino, y ella lo observó-. Quien me inició en el sagrado Arte del sexo....


    El caballero escupió la bebida, Faye resopló, y Sahar se quedó imperturbable ante lo ocurrido. Porque hablar de quien te inició sexualmente es el mejor tópico de toda conversación.
    Sahar me guiñó un ojo, lo había dicho a propósito.

-Hubiese preferido que te ahogaras, Draco-sonrió. Luego se enfocó en mí.-Es un verdadero placer que nos encontráramos antes de mi partida. Sé que papá me habría mentido en cuanto le preguntara por ti, de ser por él ni siquiera habría salido de Providencia.

-Te protege mucho.

-Exagera, pero entiendo por qué lo hace. 

    Por mamá. Por lo que nos hizo pasar con su abandono. Por culpa.
   Pero a Sahar le negó las dos última cosas, no sabía de mi existencia y, por ende, no sabe de Luna. Sólo le contó sobre mamá, y en eso debía estar pensando ella.

-¿Por qué no me habló de ti? ¿Por qué me obligó a salir y no nos presentó?-preguntó, con calma. 

   La que respondía al nombre de Faye se situó a su lado, y puso su mano en el hombro de ella. Sahar la tomó y levantó la cara hacia la chica, ésta le guiñó un ojo; fue bastante obvio lo que pasaba entre ellas.

-Porque no soy buena para estar cerca de ti, he hecho muchas cosas con las que él no está de acuerdo.....

-Me alegro que estés consciente de ello.


   Me volví al escuchar la voz de Cassul, Faye se apartó de Sahar y ésta se puso de pie. La imité; papá se dirigió a ella, la abrazó y depositó un beso en su frente.

-Tu desobediencia va de mal en peor, comienzo a creer que es la mala influencia de ésta joven.-Miró a Faye, la rubia le sostuvo la mirada. ¡Qué valentía!-Draco, vuelvan a Providencia ahora. Es una orden, irrevocable, Sahar.-dijo, adelantándose a la protesta de la morena.

    Sahar me dio un abrazo, correspondí a él.

-Lamento causarte problemas, pero no lamento haberte conocido, Amanda-dijo en voz alta. Luego se dirigió a papá.-Yo decido quién es bueno para estar cerca de mí. No importa lo que haya hecho, me la negaste, me negaste a mi hermana y no te lo voy a perdonar nunca.

     Caminó hacia Faye, y en el proceso se fue desvaneciendo; Faye se dirigió a una de las habitaciones junto a Draco, y no volvieron a salir.

-Y así te ganas a tu favorita como enemiga.-sonreí, complacida era poco.

-¡¿Qué carajos pasa contigo?!-exclamó.-Si te busca has el favor de evadirla, de no verla, de no hablar con e....

-¡Si me busca no le negaré lo que nos negaste a ambas! La posibilidad de tener una familia.

     Se sentó furioso, pude ver la contrariedad en su rostro. Ya me conocía cada fase, pronto pasaría la ira.



-Tú siempre has sabido dónde estábamos, y nunca nos buscaste; primero cuando vivíamos con mamá y Gaspard Argent, tu amigo ¿recuerdas? Luego cuando pasamos a ese maldito instituto que fue financiado por tu compañía de entonces... Esos soldados mataron a nuestros padres delante de nosotras, ¡violaron a mamá! y lo vimos todo...-No pude contener las lágrimas, cada recuerdo lo llevaba grabado a fuego lento en la cabeza, parecían frescos, recientes....de ayer.-Y en ese instituto, me convertí en lo que ahora odias...-Él mantuvo la mirada abajo.-Viktor Strauss abusó de mí cuántas veces se le antojó, ¿sabías? Se aprovechó de tu arima. ¡Joder! no creo que no estés enterado de eso. ¿Y cuando estuvimos en el orfanato? ¿Vas a decirme que no estabas enterado de que vivimos allí? En un orfanato financiado de igual forma por ti. Viktor me llevó con él, separándome de Amara, y nuevamente volvió a tomarme a la fuerza, me tuvo de conejillo de indias en un laboratorio; y cuando logré escapar de él llegué con los Carlysle, entré a su familia usurpando el lugar de Amanda Carlysle, quien murió por culpa de su padre, aunque yo le di el tiro de gracia. La sepultaron en secreto para no tener que dar explicaciones, suerte que nos parecíamos...-sonreí.-¿Es eso lo que te molesta, que derrame sangre? No somos tan distintos.

    Se cubrió la cara con las manos.

-Cuando di con mi hermana, cuando volví a reunirme con ella sufrió un accidente y perdió la memoria, a veces le doy gracias a Dios por eso, porque no tendría que recordar nada. Porque no tiene que recordar la pesadilla que vivimos; y estando en el hospital la cuidé, fui a verla cada día a escondidas de mi nueva familia. Fue cuando conocí a los Giraldo, les dije que su nombre era Luna porque recordé cómo solía llamarla de cariño. Y a sol de hoy está feliz lejos de ti y de mí, lejos de todo esto.

     Cassul no se atrevía a mirarme.

-No estará segura por siempre-susurró.-Pero te ayudaré a....

-No quiero tu ayuda, no me quieres cerca de Sahar, aleja a tu clan de asesinos de mi Luna. No quiero que me ayudes a cuidar de ella, puedo sola, todo este tiempo la he mantenido segura yo sola.
-Déjame explicarte...
-¡No!-grité.-Primero escúchame, escucha todo lo que tengo que decir porque lo necesito, tengo que sacar todo lo que me está doliendo, todo lo que removió el volver a verte; todo éste camino de espinas lo construiste tú, gracias papá. Te agradezco que nos abandonaras a mi madre y a mí a nuestra suerte, me hizo entender que no puedo confiar en nadie. Gracias porque pude saber lo que era tener un verdadero padre en Gaspard. Gracias porque forjé mi carácter a fuerza de dolor, con garra, temple. Gracias porque por ti me convertí en lo que ahora odias... ¡Mírame!-exclamé. Él levantó la cara al fin, y se encontró con mi mirada. Lo que vio no le gustó.-Mira de cerca.... Mírame bien... Mira a los ojos del monstruo en el que me he convertido....



    








    

5 comentarios:

  1. Me gusta esa personalidad desafiante, que hizo callar al padre biologico, quien pensaba reprocharla por la influencia sobre su otra hija. Claro que esa personalidad fuerte tiene su precio, se debe a todo lo que tuvo que pasar Amanda.
    Bien escrita la historia.

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  2. Como bien dice Demiurgo tu historia está muy bien narrada, mi preciosa Ivel, es un placer siempre leerte, no dejes nunca de volar con tu imaginación y asi nosotros también contigo.

    Un beso muy grande, mi niña. Te quiero mucho!!!

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  3. Así se forjan los guerreros... de sangre y de acero... pero es una coraza de cartón piedra...me parece. Te felicito por lo bien que nos detallas cada escena, Ivel. Tienes madera de escritora... y de las nobles, preciosa.

    Mil besitos.

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  4. En un cierto modo Amanda me encanta... esa fuerza, ese amor incondicional a su hermana, ese querer protegerla a toda costa, ese hacerle frente a todo... me gustan los personajes fuertes.

    Cada vez mejor mi niña especial!! ...te dejo infinitos besos y un abrazo super super fuerte.

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  5. Leído, de principio a fin y sí, es un placer leerte ;)

    Voy al otro. beso dulce.

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